
2 Timoteo 1:8-9
Dios nos salvó y nos eligió para que seamos parte de su pueblo santo. No hicimos nada para merecerlo, sino que Dios, por su gran amor, así lo planeó. Dios ya nos amaba desde antes de crear el mundo, pues desde entonces pertenecíamos a Cristo Jesús. (BLS).
¿Qué es un llamamiento de Dios?
Un llamamiento de Dios es ese momento en el tiempo en que Dios capta nuestra atención enviándonos un mensaje personal y específico, un mensaje que requiere ya sea una decisión o una acción (o ambas) que concuerde con el plan o propósito para nuestra vida. Lo cierto es que cada creyente aquí presente lo ha oído de Dios, hemos oído el llamamiento de Dios y por esto estamos aquí.
Aspectos del llamamiento de Dios
No existe nada más serio en la vida que darse cuenta de que el Dios Soberano del universo nos ha enviado a usted y a mí un mensaje o mensajes específicos con la intención de que tomemos decisiones o cumplamos un propósito de su voluntad para nuestras vidas, o que actuemos de manera que armonice con su propósito para ello. Hay varias cosas con relación al llamamiento, y es que primeramente estos siempre son específicos, en segundo lugar, son siempre personales. Así que es necesario que pensemos en cuan serio es esto, ya que, al pensar en la naturaleza en sí, el llamamiento de Dios se ha de dividir en tres categorías conforme a las Escrituras que sin duda es como Dios llama, de como Dios opera en las vidas de las personas, siendo este un llamamiento triple; así que si alguno pregunta ¿Acaso Dios me ha llamado? Lo más seguro es que sí.
1. Llamamiento para salvación
Recordemos que el llamamiento de Dios es en un momento de tiempo en que Él decide enviar a una persona un mensaje específico personal que demanda una decisión o acción de su parte que concuerde con el propósito o plan de Dios para su vida.
1 Timoteo 6:12 dice: Pelea la buena batalla de la fe, echa mano de la vida eterna, a la cual asimismo fuiste llamado, habiendo hecho la buena profesión delante de muchos testigos.
Dios llama y envía un mensaje específico a la gente para ayudarles a entender que son pecadores, separados de Él, perdidos eternamente sin Él; y ese es un llamamiento para recibirle por medio de Jesucristo como su salvador personal. La base para ese llamamiento es la cruz.
Ya que el hombre pecó contra Él, dijo “el alma que pecaré esa morirá” y “la paga del pecado es muerte” ¿Cómo podría Dios llamarnos para salvación? Si él decretó “el alma que pecaré esa morirá” “la paga del pecado es la muerte”, y toda persona ha pecado contra Dios, por lo que hombres y mujeres son culpables delante de Dios ¿Cómo pudo llamarnos para salvación? Si ha dicho que ya somos condenados debido a nuestro pecado.
La única respuesta a esa pregunta es la cruz, porque la cruz es el evento en la historia humana en que Dios en carne humana se encarnó en la Persona de Jesucristo, vino con el propósito de llevar nuestros pecados en su cuerpo en la cruz, tomando nuestro pecado y nuestra culpa sobre sí mismo, sufriendo el castigo que cada uno de nosotros merecíamos, muriendo en la cruz, pagando totalmente nuestra deuda de pecado para que Dios pudiera justificarnos, declararnos sin culpa, perdonándonos nuestros pecados y convirtiéndonos en hijos suyos, y al mismo tiempo ser justos, rectos y santos.
Y la única manera en que Dios pudo salvar a la humanidad, fue que el mismo Dios tomará el lugar del pecador en la Persona de su Hijo, eso hizo posible que Dios nos justificará y al mismo tiempo fuera un Dios Justo.
El primer llamamiento de Dios en nuestra vida es el llamamiento de salvación, es el llamamiento por el cual Jesucristo fue a la cruz, es el llamamiento más costoso en la historia humana, porque le costo a Dios su Hijo Unigénito.
Y la pregunta es esta: ¿Ya ha respondido usted a este llamamiento? Él dijo: todo aquel que invocaré el nombre del Señor será salvo, pero esto es en respuesta al llamamiento de Dios. El llamamiento de Dios es la iniciativa que Dios toma debido a su amor y deseo para nosotros al enviarnos un mensaje de convicción amor y disposición para perdonarnos de pecado y hacernos hijos suyos.
-Lic. Erick Chiapas
CUANDO DIOS LLAMA (parte 1)