
¿Noches sin dormir? ¿Preocupaciones sin resolver? ¿Miedo? ¿Ansiedad? Cuantas veces hemos recibido noticias inesperadas que nos hacen perder el control de la vida, de las situaciones y sentimos que por más que hacemos, no logramos nada. Y es en esos momentos donde nos encontramos en una caída libre de emociones destructivas, pensamientos, palabras, actitudes, temores al máximo nivel…
¿Qué podemos hacer ante las dificultades que la vida nos presenta? ¿Cómo enfrentar el miedo, la tristeza, la soledad, la ansiedad? Estas fueron algunas de las emociones que mis padres sintieron cuando yo tenía 5 meses, me empezó una fiebre muy alta, me llevaron de emergencia al hospital, pero al no controlar la fiebre me provoco que mi cuerpo colapsara y posteriormente vino la pérdida de las funciones motoras, impidiendo el movimiento de mis brazos, piernas y los ojos se me pusieron turnios. El médico tratante diagnóstico meningitis, esta enfermedad es la inflamación de las meninges (membranas que recubren el cerebro y la médula espinal). Es una infección grave del Sistema Nervioso Central, poniendo en peligro la vida del niño, hasta llevarlo a la muerte y si se recupera puede dejar secuelas (ceguera, sordera, etc.)
De acuerdo con el conocimiento de los médicos, por la edad que en ese entonces tenía era muy difícil que quedara bien si vivía. Me daban convulsiones de dos a tres veces por día, fue difícil para ellos el solo pensar que podía morir, y al verme en esa condición de vivir con discapacidades. Agréguele otro problema a la lista, mis padres no contaban con el dinero necesario para hacerle frente a los gastos que todo esto ocasionó. Le cuento otro problema, en ese tiempo mis padres llevaban meses de estar separados y habían empezado trámites de divorcio.
Al cabo de 6 días, por milagro de Dios, recobre el movimiento de mis extremidades inferiores y superiores; pero mis ojos seguían turnios. Al término de ocho o nueve días mis ojos empezaron a recobrar la normalidad. Y nos tocó vivir por misericordia y gracia, otro milagro…
Mi papá me cuenta que cuando me dieron de alta en la Médica Guatemalteca, los médicos y enfermeras, estaban asombrados de como mi recuperación se dio en tan poco tiempo, y repetían constantemente, solo Dios pudo librar a ese niño de cualquier daño o lesión permanente e incluso de la muerte. ¡Es un milagro que ese niño este con vida!
Mi enfermedad ayudo a que mis padres vieran la mano de un Dios vivo, real, auténtico. Ellos recapacitaron y empezaron a hacer cambios en sus vidas. En medio de tanta desesperación, en esa habitación de hospital mi mama abrió su corazón a Jesús, soltó sus cargas pesadas y decidió aferrarse a su poder. Mi papá con lágrimas en sus ojos me cuenta que Dios no los desamparo, y Él les dio la provisión para todo, a los tres meses papá tomo la decisión de seguirlo.
¿Ha estado en momentos así?
Tal vez sus experiencias pueden ser diferentes, pero las emociones son similares, desesperación, ansiedad, noches sin dormir, rechazo de sí mismo y de los demás, obsesivos de culpa, amargura, ira injustificada, inconformismo, temor obsesivo, etc.
Como dice la frase: “Bendita la crisis que te hizo crecer, la caída que te hizo mirar al cielo, y el problema que te hizo buscar MÁS A DIOS”.
Dios le está llamando, el ha visto su condición y quiere obrar sobre su vida. Es un buen tiempo de ser sinceros con nosotros mismos y entender que no podemos solos. Hoy le invito a que, en este momento, por medio de una oración le entregue sus cargas a Él, aunque ahora mismo no entienda el ¿Por qué? O el ¿Cómo? Le aseguro que todo obrará para bien.
Salmos 55:22
Entrégale tus cargas al Señor, y él cuidará de ti;
no permitirá que los justos tropiecen y caigan.
Pastor Alex Méndez / Conectando Vida
@alexmendezt
INSOMNIO