
El Precio de Seguir a Cristo
«Porque de aquí en adelante, cinco en una familia estarán divididos, tres contra dos, y dos contra tres. Estará dividido el padre contra el hijo, y el hijo contra el padre; la madre contra la hija, y la hija contra la madre; la suegra contra su nuera, y la nuera contra su suegra.» Lucas 12:52-53
A algunos esto les puede parecer extraño, ¿Acaso Cristo no vino a traer paz y a unir a las familias? Y la respuesta es sí, pero para que haya unión, primero se deben poner de manifiesto quienes están con él, solo quienes están en un mismo sentir, puede haber verdadera unidad.
Jesús nunca nos pediría algo que no fuese necesario, tampoco nos pediría algo que él no estuviese dispuesto a hacer, él fue rechazado por su propia familia por causa del evangelio:
➢ Marcos 3:21 DHH Cuando lo supieron los parientes de Jesús, fueron a llevárselo, pues decían que se había vuelto loco. Los ojos espirituales de la familia terrenal de Jesús, aún no habían sido abiertos, ellos aún no habían reconocido que él era el Mesías esperado, pensaron que estaba loco y por eso habían ido a llevárselo, probablemente para encerrarlo.
Esta fue una oportunidad, que Jesús aprovecho para enseñar públicamente que por encima de la familia consanguínea, está la familia en la fe, que son los que hacen la voluntad de Su Padre.
➢ Lucas 8:21 El entonces respondiendo, les dijo: Mi madre y mis hermanos son los que oyen la palabra de Dios, y la hacen. Cuando venimos a Cristo venimos a formar parte de una gran familia, la familia de Dios, esta es la familia a la que Cristo se refería.
➢ 1 Juan 3:1a Mirad cuál amor nos ha dado el Padre, para que seamos llamados hijos de Dios.
➢ Efesios 2:19 Por lo tanto, ustedes ya no son extraños ni extranjeros, sino conciudadanos de los santos y miembros de la familia de Dios.
De esta forma Jesús elevó a la familia espiritual por encima de la familia consanguínea. Es bueno aclarar que después de la resurrección de Jesucristo, sus medios hermanos en la carne reconocieron que Jesús era el Hijo de Dios.
La familia es la primera y más importante institución, creada por Dios, es la más fuerte de las relaciones. Cada uno de nosotros debemos amar profundamente a nuestras familias, pero nunca por encima de Cristo.
La Verdadera Unidad