
Antes que te formase en el vientre te conocí, y antes que nacieses te santifiqué, te di por profeta a las naciones. Y yo dije: !Ah, ah, Señor Jehová! He aquí, no sé hablar, porque soy niño. Y me dijo Jehová: No digas: Soy un niño; porque a todo lo que te envíe irás tú, y dirás todo lo que te mande. Jeremías 1:5,7
¿Por qué enfocarte en tus limitaciones?
No pongas la mirada en tus incapacidades, Dios obrara a través de ti. Jeremías se consideraba demasiado Joven, él dijo soy un niño, yo no puedo hablar; lo cual significa que no se sentía preparado para cumplir con el mandato que Dios le hacía, cuando dice soy un niño se refería a que no tenía la fuerza ni la experiencia necesaria para poder obedecer. Muchas veces nos enfocamos en nuestras limitaciones, nos acomodamos y consideramos que necesitamos crecer aún más en el evangelio para poder servirle a Dios y podrían pasar años para que nos consideremos con la madurez espiritual suficiente para poder hacerlo.
Nuestras debilidades no son un accidente, Dios las permitió en nuestras vidas con el propósito de demostrar su poder a través de nosotros. Si Dios usará solo a personas perfectas, nada sería hecho, porque ninguno de nosotros es perfecto. No todos somos muy inteligentes o talentosos, cuando pensamos en las limitaciones de nuestra vida podemos ser tentados a concluir: “Dios nunca podría usarme”, pero a Dios no lo detienen nuestras limitaciones.
La Biblia dice: “Pero tenemos este tesoro en vasos de barro, para que la excelencia del poder sea de Dios, y no de nosotros”. 1Corintios 4:7
Dios es quien nos ha escogido y ha puesto dones y talentos en nosotros, el momento en que Dios nos llama es el momento preciso para actuar, confiando en que Èl va delante de nosotros, abriendo caminos y dotándonos con su Espíritu para que en su nombre logremos cumplir con su propósito para nuestras vidas.
Cuando venimos a Jesús, entendemos que necesitamos ser transformados, somos vasijas en manos del alfarero, venimos al taller del maestro. El toma el control de nuestras vidas y nosotros debemos obedecer, no olvidemos que hemos sido escogidos para algo importante que Dios esta haciendo.
La Biblia nos enseña que no somos perfectos, que existen limitaciones en nuestras vidas, estas pueden ser físicas, falta de experiencia, falta de conocimiento, económicas, etc. pero no debemos enfocarnos en lo que nos hace falta porque como seres humanos fallamos. Es Dios quien nos llama, nos justifica y nos transforma para que seamos capaces de cumplir con su propósito.
¡No confíes en tus propias fuerzas, porque es Dios quien ira delante de ti!
Sinia de Hanser
Estudiante Tercer Año De Teología
SETEGUA
“No es lo que tu puedes hacer; es el propósito de Dios en ti”