
¿Cuantas veces hemos recibido noticias inesperadas? Vienen de todos tamaños, formas y no respetan muchas veces nuestras agendas. Muchos de estos sucesos nos hacen subir a una montaña rusa de emociones que nos dominan y varias veces nos descomponen.
Uno de esos momentos lo pasamos con mi familia, estábamos esperando al segundo bebé de mi hermana todos felices de esperar ese hermoso ser, fueron meses de cuidados, de regalos, de preparación, de sueños, de los famosos baby showers.
Pero un día tan normal como todos, algo cambio totalmente la historia de nuestras vidas como familia, yo en lo particular iba manejando, me dirigía a una reunión, en ese momento recibo una llamada de mis padres (antes de contestar uno no esta pensando que te dirán malas noticias), pero cuando escucho sus voces sabía que algo grave estaba pasando, recuerdo que me tuve que meter a una gasolinera y asimilar lo que me habían dicho: “Tu hermana se tuvo que ir de emergencia al hospital”… Son esos momentos que te descomponen, que te dejan sin movimiento, me pasaron muchísimos pensamientos, algunos en forma de preguntas, otros fatalistas, otros llenos de dolor…. Obviamente cancele mi reunión y me dirigí al hospital, cuando llegue me dicen: «Tu hermana perdió al bebé», recuerdo que se vinieron pensamientos aún más fuertes y se los expresé a Dios: ¿Por qué permitiste esto? (no era la primera vez que le había hecho esta pregunta) entre a ver a mi hermana y ella lloraba, solo pude abrazarla y salí de la habitación con un sentir de enojo e impotencia (me sentía tan inútil, tan frágil y a la vez enojado) y ¿Dios donde estaba cuando más lo necesitábamos? Fue lo único que le dije a mis padres, en la sala de espera, leí un cuadro que decía: “Dios está en control”, son esos mensajes que en ese momento no te caen bien sino mal muchas veces.
¿Te sientes identificado (a)? ¿Te haz hecho este tipo de preguntas?
Al crecer en mi relación con Dios empecé una búsqueda sobre este tema, el entender porque un Dios tan lleno de misericordia, gracia y amor permite que suframos, te expongo lo que descubrí y que me ayudo a sanar muchas áreas de mi vida.
El sufrimiento al igual que la muerte es una realidad de nuestro mundo (mira las noticias) sufrimos y hemos hecho sufrir a otros, y el resultado de la desobediencia es el dolor y sufrimiento y eso trae muerte para todos (justamente), por eso nacemos y vivimos en un mundo hóstil. Jesús murió por eso, para traernos esperanza, salvación y reconciliación entre Dios y los hombres. (Lee romanos 6:23)
Cuando leo la vida de Jesús puedo encontrar paz, esperanza y sanidad, al saber que el sufrió tentación, perdida, soledad, tortura, hambre, sed, traiciones, persecución, calumnias e incluso fue crucificado como el peor de todos. ¿A Dios le importa nuestro dolor? Mira la cruz y entenderás que “Demasiado” Pero en la cruz entendí aún más la profundidad del amor en medio del dolor, Jesús experimento también el rechazo de Dios por pecados que Él no cometió (a mi me parecía una muerte injusta) por eso lo hace lo más grande de la historia:
Mateo 27:46
A eso de las tres de la tarde, Jesús clamó en voz fuerte: «Eli, Eli, ¿lema sabactani?», que significa «Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?».
Pero al compararme con Jesús me doy cuenta que yo si merecía una muerte eterna por mis malas decisiones, injusticias, pecados etc. Y en ese punto fue que entendí que Dios quiere librarnos de este mundo doloroso en que vivimos dándonos su salvación por medio de Jesús para vivir eternamente sin sucesos inesperados.
Apocalipsis 21:4
Y limpiará Dios toda lágrima de los ojos de ellos; y la muerte no será más; y no habrá más llanto, ni clamor, ni dolor: porque las primeras cosas son pasadas.
Pero mientras vivíamos en este mundo el sufrimiento es algo que no necesitamos pasar solos, Dios nos dice:
Isaías 41:10
No tengas miedo, porque yo estoy contigo; no te desalientes, porque yo soy tu Dios. Te daré fuerzas y te ayudaré; te sostendré con mi mano derecha victoriosa.
¿Cómo termina la historia de mi hermana? Al pasar los días ella me dijo: Dios tiene el control, eso me lleno de una paz de verla tan confiada, y saben amigos Dios le regalo otro bebé, una hermosa princesa. No sé por lo que en este momento estés pasando, pero si te sientes como yo me sentía, entrega tu sufrimiento, porque Él te entiende y con el tiempo verás como obra para bien….
-Pastor Alex Méndez / Conectando Vida
@alexmendezt
Sucesos Inesperados