Jesús más que exponer sus faltas fue a la raíz de su dolor, vio ese corazón deshidratado que buscaba amor en lugares equivocados que la volvían a secar, y le mostró la fuente de toda paz y toda esperanza.
Dios ha visto su dolor, su situación, esas lágrimas que corren sin esperanza, deje de buscar llenar su corazón en lugares donde le desgastan y secan cada día más. ¿Se acostumbró a sufrir?
¿Deshidratado?