Todo lo que cuesta se aprecia más. Especialmente cuando te ha costado comprarte ese par de zapatos por los que has estado ahorrando o el teléfono que quieres. Yo recuerdo cuando me compré mi primer auto, había que jalar una pitilla para que se tapara el carburador y con el pie darle, empujarlo, no sé no abría una ventana, el aire no servía pero para mí era el auto del año, mi primer auto, me costó comprarlo y todo eso se valora más.
Entonces cuando tenemos obstáculos para acercarnos al señor y logras tener una relación con Dios se valora.
En Lucas 18 está la historia del joven rico: Un hombre principal le preguntó, diciendo: Maestro bueno, ¿qué haré para heredar la vida eterna? Jesús le dijo: ¿Por qué me llamas bueno? Ninguno hay bueno, sino solo Dios. Los mandamientos sabes: No adulterarás; no matarás; no hurtarás; no dirás falso testimonio; honra a tu padre y a tu madre. Él dijo: Todo esto lo he guardado desde mi juventud. Jesús, oyendo esto, le dijo: Aún te falta una cosa: vende todo lo que tienes, y dalo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo; y ven, sígueme. Entonces él, oyendo esto, se puso muy triste, porque era muy rico.
Pastor Yoyito
Programa Buenas Nuevas de Esperanza